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Cassia

La corteza de cassia viene de las regiones montañosas de China y proporciona a la ginebra un delicado aroma a canela.

Cilantro

Pese a crecer a lo largo de todo el Mediterráneo, sólo el cilantro marroquí posee un distintivo sabor picante.

Piel de limón

Procedente de los soleados campos del sur de Italia, la piel del limón añade una refrescante nota cítrica que ayuda a destacar a los demás botánicos.

Regaliz

Procedente de Turquía, el regaliz deja una interesante nota de dulce amargo y da protagonismo al resto de los aromas.

Bergamota

La bergamota fue plantada por Marco Polo a su regreso de China. Hoy crece en la región de Bérgamo y aporta un ligero sabor afrutado.

Raíz de lirio

La raíz de lirio llega a madurar hasta dos años tras su recolecta con objeto de potenciar su fragancia de violeta.

Ajedrea

Procedente de los Alpes franceses, la ajedrea es una planta muy aromática que contiene una gran cantidad de esencias concentradas en sus hojas.

Almendra

Originaria de Asia, la almendra se cultiva en lugares cálidos del Mediterráneo. Su uso aporta a la ginebra un recuerdo de aceites y frutos secos.

Enebro

Procedente de las frías montañas de Dalmatia, este pequeño arbusto de gran dureza es el ingrediente básico de toda ginebra.

Angélica

Cultivada en las verdes praderas de los Alpes, en la región de Saboya, la angélica aporta un aroma sutilmente dulce que equilibra al resto de los botánicos.